La Meditación y el Movimiento son las herramientas que nos acompañaran en este proceso de reconexión con ese espacio interior en el que se encuentra nuestro ser esencial y lo haremos en dos direcciones:

– Una hacia adentro: mediante la práctica de la meditación, tomamos conciencia y nos reencontramos en ese espacio íntimo donde practicamos y sostenemos la presencia, nos arraigamos en el aquí y ahora y nos damos permiso para habitarlo serenamente

– Otra hacia afuera: movilizando la energía de nuestro cuerpo a través del movimiento, la música y el baile experimentamos la libertad y la pasión, la tormenta y la calma, la luz y la oscuridad, el amor y el miedo… con la confianza que nos da la fuerza del corazón para vivir con intensidad

Y al final no buscamos más que sentir el Corazón que late al Ritmo de la Vida